viernes, 28 de octubre de 2011

Microrelato 2- EL RAPTO-Parte 2

Un instante después de descifrar la nota, me dirigí al lugar de los hechos, el cual estaba cerca de mi casa.
Pensé en no llamar al fonoporta, para no levantar sospechas. Cuando me hallé enfrente de la puerta del 4ºD, suspiré y entré salvajemente cual tigre a su presa atrapa, pero para mi desconsolada mente, no había nad... a sí hay un... un... ¿oso de peluche?.
Lo investigué y resultó ser una edición limitada de osos que solo se fabricaba en Cartagena sobre los años 40, sorprendido de que todavía existiera esa fábrica, me dirigí lo más rápido posible.
Era un lugar sombrío, sin ninguna casa alrededor, y allí ya pensé que estaría la desaparecida, fui armado.
Otra vez estaba, cara a cara, con la puerta, dialogando con migo mismo sobre que hacer. Con valentía la abrí y descubrí que todo aquello era un juego, un juego perverso de alguna mente malvada. Lo digo porque encontre a mi amiga con una pistala apuntandole y un extraño mecanismo conectado a una especie de acertijo, también había una cinta que decía:
-Si quieres a la susodicha viva, resuelve y será libre.
Y el acertijo proponía:
Tú solías ir a la audiencia para observar los juicios. De esta forma ponías a prueba tu capacidad de razonamiento. Uno de los casos con los que te encontrastes es el siguiente:
Tenemos cuatro acusados: A, B, C y D. Se establecieron los siguientes hechos:
- Si A es culpable, entonces B era cómplice.
- Si B es culpable, entonces o bien C era cómplice o bien A es inocente.
- Si D es inocente, entonces A es culpable y C inocente.
- Si D es culpable, también lo es A.
¿Quienes son inocentes y quienes culpables?
Pensé y pensé y la respuesta allé, el culpable eran todos. Click! el mecanismo se desarmó y dejo libre a su prisionera.
CONTINUARÁ
LORENZO HAPPY ESCRIBE. 

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